La vejez puede ser una época de realización, de productividad y de la consolidación de habilidades y conocimientos.
Sin embargo, los recursos emocionales de esta etapa con frecuencia disminuyen debido a muchas crisis y tensiones acumuladas, a las que las personas deben enfrentarse y que pueden ser el detonador de algún problema de salud mental.
Algunos de estos retos pueden ser:
-Vivir con una enfermedad crónico-degenerativa que obliga a modificar su independencia y formas de vida activa.
-La pérdida de la pareja, de algún amigo o de algún miembro de la familia.
-Aislamiento y soledad.
-Un escaso ingreso económico.
-Modificación del lugar que ocupaba en la familia como pareja, líder o proveedor.